Moscú 1953. Leo Stepanovich Demidov, un prometedor miembro del M.G.B. (el Departamento de Seguridad del Estado) debe investigar la muerte del hijo de uno de sus subordinados cuyo cadáver ha aparecido junto a las vías del tren.
Leo cierra el caso rápidamente. Considera que se trata de un accidente y no de un asesinato a pesar de que el cadáver del niño estaba desnudo, tenía barro en la boca y le habían extraído el estómago (la postura oficial es que no existe el crimen en la U.R.S.S.).
Las intrigas dentro del M.G.B. provocan que Leo caiga en desgracia y sea trasladado a Voualsk, una ciudad al oeste de los Urales en la que descubre varios asesinatos que siguen el mismo patrón que el cerró tan rápido en Moscú.
Merete Lynggaard, una joven promesa de la política danesa, permanece sometida a un terrible cautiverio desde que desapareció hace más de cinco años. A pesar de que todo el mundo hace tiempo que la da por muerta, la joven política, encerrada y expuesta a los caprichos de sus secuestradores, sabe que morirá en una fecha determinada.
Mientras, en Copenhague, el policía Carl Mørck está atravesando una de las épocas más negras de su vida. Tras ser sorprendido por el ataque de un asesino, y sufrir unas trágicas consecuencias, Carl Mørck queda relegado al nuevo Departamento Q, dedicado a casos no resueltos; pronto ve una oportunidad de demostrar su valía al descubrir las numerosas irregularidades cometidas en el caso de la desaparición de Merete Lynggaard.
La vida de Ignatius Perrish es un verdadero infierno desde el brutal asesinato de su novia Merrin Williams.
Una mañana, después de una fuerte borrachera, descubre en su frente un par de cuernos que le van creciendo poco a poco. Con el pasar de las horas, averiguará que tienen un extraño efecto en la gente: provocan que, aquellos con los que hable, le cuenten sus más oscuros deseos y secretos. Así, Ig se entera no solo de que todo el pueblo, incluso sus padres, creen que fue él quien mató a Merrin; sino también de quién es el asesino de su novia…
Un asesino profesional al servicio de una «Compañía» –que nos remite inevitablemente a la CIA– decide retirarse, rehusando una última misión, y regresar a su región natal para reencontrar a su primer amor.
A partir de este doble esquema –el retiro, el retorno–, se desarrolla una sangrienta persecución en la que pululan policías, asesinos, servicios especiales, organizaciones terroristas… y al menos dieciocho cadáveres.
Orfeo y su esposa, la ninfa Eurídice, viven felices hasta el día en que ella es mordida por una serpiente oculta entre la hierba de un prado. Orfeo, desesperado tras la muerte de su mujer, decide adentrarse en el Hades para poder traerla de nuevo al mundo de los vivos…
El Faro de Vigo en su edición de Pontevedra (17-04-15) nos proporciona un nuevo engendro lingüístico. El periodista nos informa de la presentación del plan de transporte urbano de Marea Pontevedra y, claro, al hablar del ferrocarril, del trasporte urbano, de «circuitos circulares» (algo bastante difícil de conseguir en cualquier ciudad) y de Marea… Pontevedra; acaba perdiendo el norte y escribe «cardenales» en vez de «cardinales» para referirse a:
Cada uno de los cuatro puntos que dividen el horizonte en otras tantas partes iguales, y están determinados, respectivamente, por la posición del polo septentrional, el norte; por la del Sol a la hora de mediodía, el sur; y por la salida y puesta de este astro en los equinoccios, el este y el oeste.
El texto puede también consultarse aquí en su edición digital.
Dos parejas cuyas historias de amor se cruzan de la manera más sorprendente…
Un hombre de noventa años se encuentra solo en una carretera nevada después de haber tenido un accidente en un paraje aislado. Tan solo consciente a ratos y en espera de que lo rescaten, aparece ante él el amor de su vida, quien murió hace un tiempo. En el espacio que separa la realidad y la imaginación, recuerdan su vida juntos.
La otra historia de amor se da entre una joven estudiante de arte y un vaquero que se enamoran perdidamente, a pesar de proceder de ambientes totalmente dispares. Ambos tienen ambiciones y sueños que cumplir pero él, además, se enfrenta a una cruel disyuntiva: o bien pone en peligro su vida si sigue compitiendo en el circuito de los toros o bien pierde la granja de su familia.
Julio César planea vencer a los irreductibles galos, no por medio de las armas, sino talando el bosque que rodea su aldea y construyendo allí un conjunto residencial al que decide llamar «La residencia de los dioses». Cree que de esa forma el pueblo tendrá que adaptarse a la nueva situación o desaparecer. El joven arquitecto Anguloagudus es el encargado por César para desarrollar ese proyecto…